martes, 21 de febrero de 2012

Reflexión personal


Mi experiencia como docente:

a)    Interés al que más me acerco  ¿por qué?

Realizando una valoración retrospectiva de mi práctica docente, considero que durante mi experiencia he transitado del interés técnico al práctico.  Esto debido a que al inicio de mi ejercicio docente, orientó mis acciones la formación profesional o enseñanzas recibidas en las aulas universitarias, las cuales fueron de corte meramente mecanicista.  No obstante, debido a mis reflexiones de carácter ideológico, dado el contexto histórico en el que se desarrolló mi formación profesional a nivel universitario, como mis primero pasos en la educación, empecé a debatirme entre esta tradición positivista y una más amplia  y humana, por lo que inicié mis pasos en el, enfoque constructivista (que cuenta con líneas orientadas por el interés práctico y otras por el interés emancipatorio).


b)   Interés al que me gustaría llegar  ¿por qué?

El interés que he tratado que oriente mi práctica en los últimos años, responde a un interés emancipatorio, debido a que he podido develar la naturaleza de algunas de las estructuras sociales (así como familiares y personales) de carácter hegemónicas, que limitan, restringen, reprimen y condicionan, tanto el accionar como el propio pensamiento.  Este interés por romper las cadenas que limitan el libre pensamiento y la cohesión social, se asocia con mi compromiso político por las personas y los grupos que han (hemos) estado sometidos a estructuras de poder que denigran y oprimen.

c)    Cambios que podría asumir para ello

A partir de la relectura del análisis que Shirley Grundy hace del curriculum desde la teoría de los intereses, considero que principalemente podría compromenterme con la realización de una práctica docente, en mi caso como asesora curricular, que potencie mi interés porque la construcción del proyecto educativo de la instancia (carrera, escuela, institución, organización) con la que trabaje, se constituya en una comunidad crítica, autogestionaria, solidaria y comprometida con el bien común, mediante procesos dialógicos de reflexión y acción; más que de seudo-participación de los sujetos involucrados.

2 comentarios:

  1. Querida Carolina, este tipo de ejercicios de autoanálisis son valiosos en tanto podemos visualizar en retrospectiva cuál ha sido nuestro posicionamiento ideológico y práctico en el ejercicio de nuestra profesión y creo yo, también como personas.
    Tu reflexión me hizo remitirme a mis primeros años de trabajo y creo que tienes razón, al inicio una se apega más a lo aprendido en la Universidad, y a las reglas y lineamientos del lugar de trabajo, es decir que de alguna manera, una es más técnica en lo que hace.
    Pero es maravilloso ver que con los años vas rompiendo esos moldes y definiendo con mayor claridad tu propia visión de mundo y lo que deseas generar a partir de ahí. Eso me parece alentador, y lo comparto con vos porque de alguna manera ha sido también mi recorrido.
    Desconozco cómo es el escenario laboral de la Universidad, pero supongo que igual que en mi caso el MEP, persisten ideologías y prácticas técnicas en mucha mayor medida que el constructivismo y el humanismo (aunque el discurso diga lo contrario). Me parece valioso el esfuerzo que haces por develar esas ideologías de dominio, y creo que desde tu ejercicio profesional tienes un gran potencial para deconstruir esa realidad a la que te enfrentas, y como asesora curricular y futura psicopedagoga, permear elementos de carácter emancipatorio en los proyectos con los que te vinculas.
    Me removió mucho tu reflexión.
    Ni un paso atrás compañera!.

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  2. Gracias Jenny por tu comentario. En realidad creo que en todas las organizaciones se encuentra de todo, y principalmente el tipo de estructuras, organización, ideas y proyectos tendientes a mantener las relaciones asimétricas que sostienen (reproducen) la organización social y la distribución de la riqueza que genera excluidos/as, segregados/as. Es un proyecto político-económico muy eficiente, pues los dominados contribuyen con este proyecto, convencidos de que actúan adecuadamente. Por eso, en el caso de la educación lo que debemos es develarla, o como dice Carlos Aldana, quitarle los velos con que está envuelta y verla tal cual es, a qué intereses sirve, para quien existe.

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